Creo que no lo sabes y casi convencido estoy de que ni te
enteras… y para saberlo tendrías que ponerme atención, buscar mis letras, estas
y todas las pasadas, las ocultas y las expuestas, creo que no lo entiendes ni
lo intentas, para lograrlo tendrías que pasarte varias noches en vela, leyendo
porque no escuchando, pensando porque no suelo contar con la elocuencia.
Pero cuando llegues a esos puntos en los que las e se me
confunden con a y los acentos se me olvidan, tú también correrás el riesgo de
olvidar lo que buscabas … y cuando alguien pase cerca y te descubra hablando
sola pensando en las pocas palabras que deduces de mi mensaje, y te descubras
avergonzada y distraída estarás de nueva cuenta a la orilla del mar de palabras
sin saber la ruta o el destino.
El mensaje es tan claro, y tan chiquito, tan fácil de decir
pero tan difícil de explicar que me tomo mis libertades para encriptarlo y
retar a tus habilidades porque mes de cosa natural escribir y no hablar, porque
quiero que escarbes en mi mente y en todo lo que rodea a lo que te quiero
decir.
Pero también puede ocurrir que escarbes y que nades y que luches
contra las distracciones y que busques y que leas todas mis necedades y que
aún, sin embargo, tantas ambigüedades no te digan nada y termines igual o peor
que antes. ¿Qué voy a hacer entonces?.
Creo que no lo sabes pero ahora… si has leído hasta este
punto también creo que comienzas a intuirlo, creo que comienza a hacerte
cosquillas en la barriga, aunque tal vez solo sea que tienes hambre y pienses
que se te antojó una rebanada de pastel, yo creo, y me gusta creerlo, que tu
loca cabezita te está diciendo lo que yo con tantas letras no puedo...